jueves, 31 de julio de 2008

¿CÓMO IDENTIFICAR A LOS NIÑOS MALTRATADOS?

¿CÓMO INDENTIFICAR A LOS NIÑOS MALTRATADOS?
LOS INDICADORES DE CONDUCTA


El comportamiento de los niños maltratados ofrece muchos indicios que delatan su situación. La mayoría de esos indicios son no específicos, porque la conducta puede atribuirse a diversos factores. Sin embargo, siempre que aparezcan los comportamientos que señalamos a continuación, es conveniente agudizar la observación y considerar el maltrato y abuso entre sus posibles causas.
• Las ausencias reiteradas a clase.
• El bajo rendimiento escolar y las dificultades de concentración.
• La depresión constante y/o la presencia de conductas autoagresivas o ideas suicidas.
• La docilidad excesiva y la actitud evasiva y/o defensiva frente a los adultos.
• La búsqueda intensa de expresiones afectuosas por parte de los adultos, especialmente cuando se trata de niños pequeños.
• Las actitudes o juegos sexualizados persistentes e inadecuados para la edad.
Los indicadores físicos:
• La alteración de los patrones normales de crecimiento y desarrollo.
• La persistente falta de higiene y cuidado corporal.
• Las marcas de castigos corporales.
• Los "accidentes" frecuentes.
• El embarazo precoz.
Abuso sexual.
El maltrato y el abuso no siempre presentan huellas físicas fácilmente visibles, pero siempre dejan su marca en la conducta. La observación sensible, la actitud receptiva y la escucha atenta, son los mejores recursos para identificar al niño/a maltratado.
Los maestros requieren de especial sensibilidad para detectar si un niño es objeto de maltrato, porque frecuentemente éste por verguenza o para proteger a otros miembros de la familia encubre la situación. Hay que tener presente que para quien está creciendo en un ambiente violento, la violencia no es cuestionada e incluso, puede parecer el único modo de expresar los afectos. Un padre y/o una madre agresivos y/o abusadores, significan un peligro real para la salud y la vida del niño, pero generalmente son su principal o único referente afectivo. Además, la violencia de los padres produce un sentimiento contradictorio de afecto, rechazo y dependencia emocional en el niño.
A veces, el niño/a denuncia explícitamente el maltrato que sufre. La actitud receptiva de los docentes puede animar a estos niños/as a confiarse. En estos casos es indispensable disponer una escucha atenta y sobre todo:
• Creer en la palabra del niño/a.
• No culpabilizarle en ningún caso.
• Investigar la verdad.
• Consultar con otros profesionales.
• Recurrir a las autoridades correspondientes.

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