jueves, 31 de julio de 2008

¿CÓMO IDENTIFICAR A LOS NIÑOS MALTRATADOS?

¿CÓMO INDENTIFICAR A LOS NIÑOS MALTRATADOS?
LOS INDICADORES DE CONDUCTA


El comportamiento de los niños maltratados ofrece muchos indicios que delatan su situación. La mayoría de esos indicios son no específicos, porque la conducta puede atribuirse a diversos factores. Sin embargo, siempre que aparezcan los comportamientos que señalamos a continuación, es conveniente agudizar la observación y considerar el maltrato y abuso entre sus posibles causas.
• Las ausencias reiteradas a clase.
• El bajo rendimiento escolar y las dificultades de concentración.
• La depresión constante y/o la presencia de conductas autoagresivas o ideas suicidas.
• La docilidad excesiva y la actitud evasiva y/o defensiva frente a los adultos.
• La búsqueda intensa de expresiones afectuosas por parte de los adultos, especialmente cuando se trata de niños pequeños.
• Las actitudes o juegos sexualizados persistentes e inadecuados para la edad.
Los indicadores físicos:
• La alteración de los patrones normales de crecimiento y desarrollo.
• La persistente falta de higiene y cuidado corporal.
• Las marcas de castigos corporales.
• Los "accidentes" frecuentes.
• El embarazo precoz.
Abuso sexual.
El maltrato y el abuso no siempre presentan huellas físicas fácilmente visibles, pero siempre dejan su marca en la conducta. La observación sensible, la actitud receptiva y la escucha atenta, son los mejores recursos para identificar al niño/a maltratado.
Los maestros requieren de especial sensibilidad para detectar si un niño es objeto de maltrato, porque frecuentemente éste por verguenza o para proteger a otros miembros de la familia encubre la situación. Hay que tener presente que para quien está creciendo en un ambiente violento, la violencia no es cuestionada e incluso, puede parecer el único modo de expresar los afectos. Un padre y/o una madre agresivos y/o abusadores, significan un peligro real para la salud y la vida del niño, pero generalmente son su principal o único referente afectivo. Además, la violencia de los padres produce un sentimiento contradictorio de afecto, rechazo y dependencia emocional en el niño.
A veces, el niño/a denuncia explícitamente el maltrato que sufre. La actitud receptiva de los docentes puede animar a estos niños/as a confiarse. En estos casos es indispensable disponer una escucha atenta y sobre todo:
• Creer en la palabra del niño/a.
• No culpabilizarle en ningún caso.
• Investigar la verdad.
• Consultar con otros profesionales.
• Recurrir a las autoridades correspondientes.

MALTRATO INFANTIL

¿QUÉ ES EL MALTRATO INFANTIL? El maltrato a los niños/as es un grave problema social, con raíces culturales y psicológicas, que puede producirse en familias de cualquier nivel económico y educativo. El maltrato viola derechos fundamentales de los niños/as y por lo tanto, debe ser detenido, cuanto antes mejor. ¿Cuáles son las formas de maltrato a niños/as? Pueden distinguirse varias formas de maltrato, que los adultos ejercen sobre los niños: •La negligencia que se expresa en desprotección, descuido y/o abandono. •El maltrato físico que es toda forma de castigo corporal e incluye también, el encierro o la privación intencional de cuidados o alimentos. El abuso sexual, consistente en obligar o persuadir a un niño/a para que participe en actividades sexuales adultas, frente a las que no puede dar un consentimiento informado. •El maltrato emocional, que acompaña a todas las otras, pero que puede ejercerse independientemente de las demás. Por ejemplo, mediante amenazas aterrorizantes, descalificaciones, desvalorizaciones y/o ausencia de expresiones cariñosas. •Por último, el peor maltrato que se le puede dar a un ser humano en desarrollo que todavía no ha nacido, es el aborto. Se mata bajo el amparo de la ley (en EE.UU. y otros países donde se ha legalizado el aborto provocado) a criaturas inocentes en el vientre de sus madres, mediante métodos crueles, dolorosos e inhumanos que la ley no permite se utilicen para matar animales.

martes, 29 de julio de 2008

¿QUÉ ENTENDEMOS POR AGRESIVIDAD NFANTIL??

¿QUÉ ENTENDEMOS POR AGRESIVIDAD INFANTIL?

Hablamos de agresividad cuando provocamos daño a una persona u objeto. La conducta agresiva es intencionada y el daño puede ser físico o psíquico.
En el caso de los niños la agresividad se presenta generalmente en forma directa ya sea en forma de acto violento físico (patadas, empujones,...) como verbal (insultos, palabrotas,...). Pero también podemos encontrar agresividad indirecta o desplazada, según la cual el niño agrede contra los objetos de la persona que ha sido el origen del conflicto, o agresividad contenida según la cual el niño gesticula, grita o produce expresiones faciales de frustración.
Factores influyentes en la conducta agresiva
Como ya hemos dicho, uno de los factores que influyen en la emisión de la conducta agresiva es el factor sociocultural del individuo. Uno de los elementos más importantes del ámbito sociocultural del niño es la familia. Dentro de la familia, además de los modelos y refuerzos, son responsables de la conducta agresiva el tipo de disciplina a que se les someta. Se ha demostrado que tanto un padre poco exigente como uno con actitudes hostiles que desaprueba constantemente al niño, fomentan el comportamiento agresivo en los niños.
Otro factor familiar influyente en la agresividad en los hijos es la incongruencia en el comportamiento de los padres. Incongruencia se da cuando los padres desaprueban la agresión castigándola con su propia agresión física o amenazante hacia el niño. Asimismo se da incongruencia cuando una misma conducta unas veces es castigada y otras ignorada, o bien, cuando el padre regaña al niño pero la madre no lo hace.
Las relaciones deterioradas entre los propios padres provoca tensiones que pueden inducir al niño a comportarse de forma agresiva.
Dentro del factor sociocultural influirían tanto el tipo de barrio donde se viva como expresiones que fomenten la agresividad "no seas un cobarde".
En el comportamiento agresivo también influyen los factores orgánicos que incluyen factores tipo hormonales, mecanismos cerebrales, estados de mala nutrición, problemas de salud específicos.
Finalmente cabe mencionar también el déficit en habilidades sociales necesarias para afrontar aquellas situaciones que nos resultan frustrantes. Parece que la ausencia de estrategias verbales para afrontar el estrés a menudo conduce a la agresión (Bandura, 1973).
¿Cómo evaluar si un niño es o no agresivo? Instrumentos de evaluación.
Ante una conducta agresiva emitida por un niño lo primero que haremos será identificar los antecedentes y los consecuentes de dicho comportamiento. Los antecedentes nos dirán cómo el niño tolera la frustración, qué situaciones frustrantes soporta menos. Las consecuencias nos dirán qué gana el niño con la conducta agresiva. Por ejemplo:
" Una niña en un parque quiere bajar por el tobogán pero otros niños se le cuelan deslizándose ellos antes. La niña se queja a sus papás los cuales le dicen que les empuje para que no se cuelen. La niña lleva a cabo la conducta que sus padres han explicado y la consecuencia es que ningún otro niño se le cuela y puede utilizar el tobogán tantas veces desee."
Pero sólo evaluando antecedentes y consecuentes no es suficiente para lograr una evaluación completa de la conducta agresiva que emite un niño, debemos también evaluar si el niño posee las habilidades cognitivas y conductuales necesarias para responder a las situaciones conflictivas que puedan presentársele. También es importante saber cómo interpreta el niño una situación, ya que un mismo tipo de situación puede provocar un comportamiento u otro en función de la intención que el niño le adjudique. Evaluamos así si el niño presenta deficiencias en el procesamiento de la información.
Para evaluar el comportamiento agresivo podemos utilizar técnicas directas como la observación natural o el autorregistro y técnicas indirectas como entrevistas, cuestionarios o autoinformes. Una vez hemos determinado que el niño se comporta agresivamente es importante identificar las situaciones en las que el comportamiento del niño es agresivo. Para todos los pasos que comporta una correcta evaluación disponemos de múltiples instrumentos clínicos que deberán utilizarse correctamente por el experto para determinar la posterior terapéutica a seguir.
¿Cómo podemos tratar la conducta agresiva del niño?
Cuando tratamos la conducta agresiva de un niño en psicoterapia es muy importante que haya una fuerte relación con todos los adultos que forman el ambiente del niño porque debemos incidir en ese ambiente para cambiar la conducta. Evidentemente el objetivo final es siempre reducir o eliminar la conducta agresiva en todas las situaciones que se produzca pero para lograrlo es necesario que el niño aprenda otro tipo de conductas alternativas a la agresión. Con ello quiero explicar que el tratamiento tendrá siempre dos objetivos a alcanzar, por un lado la eliminación de la conducta agresiva y por otro la potenciación junto con el aprendizaje de la conducta asertiva o socialmente hábil. Son varios los procedimientos con que contamos para ambos objetivos. Cuál o cuáles elegir para un niño concreto dependerá del resultado de la evaluación.
Vamos a ver algunas de las cosas que podemos hacer. En el caso de un niño que hemos evaluado se mantiene la conducta agresiva por los reforzadores posteriores se trataría de suprimirlos, porque si sus conductas no se refuerzan terminará aprendiendo que sus conductas agresivas ya no tienen éxito y dejará de hacerlas. Este método se llama extinción y puede combinarse con otros como por ejemplo con el reforzamiento positivo de conductas adaptativas. Otro método es no hacer caso de la conducta agresiva pero hemos de ir con cuidado porque sólo funcionará si la recompensa que el niño recibía y que mantiene la conducta agresiva era la atención prestada. Además si la conducta agresiva acarrea consecuencias dolorosas para otras personas no actuaremos nunca con la indiferencia. Tampoco si el niño puede suponer que con la indiferencia lo único que hacemos es aprobar sus actos agresivos.
Existen asimismo procedimientos de castigo como el Tiempo fuera o el coste de respuesta. En el primero, el niño es apartado de la situación reforzante y se utiliza bastante en la situación clase. Los resultados han demostrado siempre una disminución en dicho comportamiento. Los tiempos han de ser cortos y siempre dependiendo de la edad del niño. El máximo sería de 15 minutos para niños de 12 años. El coste de respuesta consiste en retirar algún reforzador positivo contingentemente a la emisión de la conducta agresiva. Puede consistir en pérdida de privilegios como no ver la televisión.
El castigo físico no es aconsejable en ninguno de los casos porque sus efectos son generalmente negativos: se imita la agresividad y aumenta la ansiedad del niño.
Algunas consideraciones sobre el castigo en general
1.- Debe utilizarse de manera racional y sistemática para hacer mejorar la conducta del niño. No debe depender de nuestro estado de ánimo, sino de la conducta emitida.
2.- Al aplicar el castigo no lo hagamos regañando o gritando, porque esto indica que nuestra actitud es vengativa y con frecuencia refuerza las conductas inaceptables.
3.- No debemos aceptar excusas o promesas por parte del niño.
4.- Hay que dar al niño una advertencia o señal antes de que se le aplique el castigo.
5.- El tipo de castigo y el modo de presentarlo debe evitar el fomento de respuestas emocionales fuertes en el niño castigado.
6.- Cuando el castigo consista en una negación debe hacerse desde el principio de forma firme y definitiva.
7.- Hay que combinar el castigo con reforzamiento de conductas alternativas que ayudarán al niño a distinguir las conductas aceptables ante una situación determinada.
8.- No hay que esperar a que el niño emita toda la cadena de conductas agresivas para aplicar el castigo, debe hacerse al principio.
9.- Cuando el niño es mayor, conviene utilizar el castigo en el contexto de un contrato conductual, puesto que ello ayuda a que desarrolle habilidades de autocontrol.
10.- Es conveniente que la aplicación del castigo requiera poco tiempo, energía y molestias por parte del adulto que lo aplique.
¿Qué pueden hacer los padres y los profesores?

DEFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

¿QUÉ ES LA AGRESIVIDAD INFANTIL?
La agresividad infantil constituye una de las principales quejas de padres y educadores respecto de los niños, dándose con frecuencia. A menudo nos enfrentamos a niños agresivos, manipuladores o rebeldes pero no sabemos muy bien como debemos actuar con ellos o cómo podemos incidir en su conducta para llegar a cambiarla.
Pero sin duda, uno de los principales problemas presentados por la agresividad infantil es el de su elevada correlación con trastornos equivalentes a adultos, especialmente relacionados con la conducta antisocial. Un comportamiento excesivamente agresivo en la infancia predice no solo la manifestación de agresividad durante la adolescencia y la edad adulta, sino la existencia de una mayor probabilidad de fracaso académico y de la existencia de otras patologías psicológicas durante la edad adulta, debido fundamentalmente alas dificultades que estos niños encuentran en socializarse y adaptarse a su propio ambiente.
Estas razones justifican sobradamente la importancia de realizar esta monografía, la cual consta de seis capítulos. El primero abarca la definición de la agresividad infantil como también de la conducta agresiva. En segundo capitulo se refiere sobre la clasificación del comportamiento agresivo. El tercer capitulo se mencionan las teorías sobre el comportamiento agresivo y en el cuarto capitulo sobre factores influyentes en la conducta agresiva.
El quinto capitulo trata sobre el tratamiento del comportamiento agresivo, el sexto capitulo abarca la prevención de comportamientos agresivos en los niños y por ultimo el séptimo capitulo sobre las investigaciones sobre agresividad infantil.
AGRESIVIDAD INFANTIL

1.1 DEFINICION
La palabra agresividad viene del latín "agredí" que significa "atacar". Implica que alguien esta decidido a imponer su voluntad a otra persona u objeto incluso si ello significa que las consecuencias podrían causar daños físico o psíquico (Pearce, 1995).
Buss (1961), define a la agresividad como una respuesta consistente en proporcionar un estimulo nocivo a otro organismo.
Bandura (1973) dice que es una conducta perjudicial y destructiva que socialmente es definida como agresiva.
Patterson (1977) dice que la agresión es "un evento aversivo dispensando a las conductas de otra persona". Utiliza el termino "coerción" para referirse al proceso por el que estos eventos aversivos controlan los intercambios diádicos.
Para Dollar, Miller, Mowrer y Sear (1939) es una conducta cuyo objetivo es dañar a una persona o aun objeto.
Revisando las diferentes definiciones podemos concluir que la agresividad es cualquier forma de conducta que pretende causar daño físico o psicológico a alguien u objeto, ya sea este animado o inanimado.
1.2 CONDUCTA AGRESIVA
Las conductas agresivas son conductas intencionadas, que pueden causar daño ya sea físico o psíquico. Conductas como pegar a otros, burlarse de ellos, ofenderlos tener rabietas o utilizar palabras inadecuadas para llamar a los demás.
II. CLASIFICACION DEL COMPORTAMIENTO AGRESIVO
Según Buss (1961), podemos clasificar el comportamiento agresivo atendiendo tres variables:
2.1 Según la modalidad
Puede tratarse de una agresión física (por ejemplo un a taque a un organismo mediante armas o elementos corporales) o verbal ( como una respuesta vocal que resulta nocivo para el otro organismo, como, por ejemplo, amenazar o rechazar).
2.2 Según la relación interpersonal
La agresión puede ser directa (por ejemplo, en forma de amenaza, ataque o rechazo) o indirecta (que pude ser verbal como divulgar un cotilleo, o física, como destruir la propiedad de alguien).
3. Según el grado de actividad implicada
La agresión puede ser activa (que incluye todas las mencionadas) o pasivas (como impedir que el otro puedas alcanzar su objetivo, o como negativismo). La agresión pasiva suele ser directa, pero a veces puede manifestarse indirectamente.
En el caso de los niños, generalmente suele presentarse la agresión en forma directa, como un acto violento contra una persona. Este acto violento puede ser físico, como patadas, pellizcos, empujones, golpes, etc.; o verbal, como insultos, palabrotas, amenazas. También puede manifestar la agresión de forma indirecta o desplazada, según el cual el niño arremete contra los objetos de las personas que ha sido el origen del conflicto.
III. TEORIAS SOBRE EL COMPORTAMIENTO AGRESIVO
De acuerdo a Ballesteros (1983), las teorías que se han formulado para explicar la agresión, pueden dividirse en:
1. Teorías Activas
Son aquellas que ponen el origen de la agresión en los impulsos internos, lo cual vendría a significar que la agresividad es innata, por cuanto viene con el individuo en el momento del nacimiento y es consustancial con la especie humana. Estas teorías son las llamadas teorías biológicas. Pertenecen a este grupo las Psicoanalíticas (Freud) y las Etológicas (Lorenz, store, Tinbergen, Hinde) principalmente.
La teoría Psicoanalítica postula que la agresión se produce como un resultado del "instinto de muerte", y en ese sentido la agresividad es una manera de dirigir el instinto hacia afuera, hacia los demás, en lugar de dirigirlo hacia uno mismo. La expresión de la agresión se llama catarsis, y la disminución a la tendencia a agredir, como consecuencia de la expresión de la agresión, efecto catártico.
Por su parte lo Etólogos han utilizado sus observaciones y conocimientos sobre la conducta animal y han intentado generalizar sus conclusiones al hombre. Con el conocimiento de que, en los animales, la agresividad es un instinto indispensable para la supervivencia, apoyan la idea de que la agresividad en el hombre es innata y pude darse sin que exista provocación previa, ya que la energía se acumula y suele descargarse de forma regular.
2. Teorías Reactivas
Son teorías que ponen el origen de la agresión en el medio ambiente que rodea al individuo, y percibe dicha agresión como una reacción de emergencia frente a los sucesos ambientales. A su vez las teorías reactivas podemos clasificarlas en teorías del Impulso y teoría del Aprendizaje Social.
Las teorías del Impulso comenzaron con la hipótesis de la frustración-agresión de Dollar y Millar (1939) y posteriormente han sido desarrolladas por Berkoviitz (1962) y Feshbach (1970) entre otros. Según esta hipótesis, la agresión es una respuesta muy probable a una situación frustrante, es la respuesta natural predominante a la frustración.
La hipótesis afirma que la frustración activa un impulso agresivo que solo se reduce mediante alguna forma de respuesta agresiva. Sin embargo, cada vez se ha hecho más evidente que la hipótesis de la frustración-agresión no puede explicar todas las conductas agresivas. De modo que parece ser que la que la frustración facilita la agresión, pero no es una condición necesaria para ella. La frustración es solo un factor; y no necesariamente el mas importante que afecta la a la expresión de la agresión (Bandura, 1973).
La teoría del aprendizaje social afirma que las conductas agresivas pueden aprenderse por imitación u observación de la conducta de modelos agresivos. Enfatiza aspectos tales como aprendizaje observacional, reforzamiento de la agresión y generalización de la agresión.
El Aprendizaje Social considera la frustración como una condición facilitadota, no necesaria, de la agresión. Es decir la frustración produce un estado general de de activación emocional que puede conducir a una variedad de respuestas, según los tipos de reacciones ante la frustración que se hayan aprendido previamente, y según las consecuencias reforzantes típicamente asociadas a diferentes tipos de acción.
Para explicar el proceso de aprendizaje del comportamiento agresivo se recurre a las siguientes variables:
a. Modelado: La imitación tiene un papel fundamental en la adquisición y el mantenimiento de las conductas agresivas en los niños. Según la teoría del Aprendizaje social, la expocision a modelos agresivos debe conducir a comportamientos agresivos por parte de los niños. Esta opinión esta respaldada por diversos estudios que muestran que se producen aumentos de la agresión después de la expocision a modelos agresivos, aun cuando el individuo puede o no sufrir frustraciones. Congruentemente con esta teoría, los niño de clases inferiores manifiestan mas agresiones físicas manifiestas que los niños de clase media, debido probablemente, a que el modelo de las clases inferiores típicamente mas agresivo directa y manifiestamente.
b. Reforzamiento: El reforzamiento desempeña también un papel muy importante en la expresión de la agresión. SI u niño descubre que puede ponerse en primer lugar de la fila, mediante su comportamiento agresivo, o que l e agrada herir los sentimientos de los demás, es muy probable que siga utilizando los métodos agresivos, si no lo controlan otras personas.
c. Los Factores situacionales: También pueden controlar la expresión de los actos agresivos. La conducta agresiva varia con el ambiente social, los objetivos y el papel desempeñado por el agresor en potencia.
d. Los factores cognoscitivos: Desempeñan también un papel importante en la adquisición y mantenimiento de al conducta agresiva. Estos factores cognoscitivos pueden ayudar al niño a autorregularse. Por ejemplo, puede anticipar las consecuencias de alternativas a la agresión ante la situación problemática, o puede reinterpretar la conducta o las intenciones de los demás, o puede estar conciente de lo que se refuerza en otros ambientes o puede aprender a observar, recordar o ensayar mentalmente el modo en que otras personas se enfrentan a las situaciones difíciles.
IV. FACTORES INFLUYENTES EN LA CONDUCTA AGRESIVA
Uno de los factores que influyen en la emisión de la conducta agresiva es el factor sociocultural del individuo, ya que es el responsable de los modelos a que haya sido expuesto, así como de los procesos de reforzamientos que haya sido sometido. Si en el abundan modelos agresivos, la adquisición de estos modelos desadaptados será muy fácil.
La familia es, durante la infancia, uno de los elementos más importantes del ámbito sociocultural del niño. Las interacciones entre padres e hijos van moldeando la conducta agresiva mediante las consecuencias reforzantes inherentes a su conducta.
El niño probablemente, generalice lo que aprende acerca de la utilidad y beneficios de la agresión a otras situaciones,. En estas circunstancias, el pone a prueba las consecuencias de su conducta agresiva. Las familias que permiten el control de las conductas mediante el dolor, tienen una alta probabilidad de producir niños que muestren altas tasas de respuestas nocivas. La conducta agresiva del niño acaba con gran parte de la estimulación aversiva que recibe.
Dentro de la familia, además de los modelos y refuerzos, son responsables de la conducta agresiva el tipo de disciplina a que se le someta.
Se ha demostrado que una combinación de disciplinas relajadas y pocos exigentes con actitudes hostiles por parte de ambos padres fomenta el comportamiento agresivo en los hijos. El padre poco exigente es aquel que hace siempre lo que el niño quiere, accede a sus demandas, le permite una gran cantidad de libertad, y en casos extremos le descuidad y le abandona.
El padre que tiene actitudes hostiles, principalmente no acepta al niño y lo desaprueba, no suele darle afecto, comprensión o explicación y tiende a utilizar con frecuencia el castigo físico, al tiempo que no da razones cuando ejerce su autoridad. Incluso puede utilizar otras modalidades de agresión como la que ocurre cuando insultamos al niño por no hacer adecuadamente las cosas, o cuando lo comparamos con el amigo o con el hermano, etc. Tras un largo periodo de tiempo, esta combinación produce nuños rebeldes, irresponsables y agresivos.
Otro factor familiar influyente es la incongruencia en el comportamiento de los padres. Incongruencia en el comportamiento de los padres se da cuando los padres desaprueban la agresión y, cuando esta ocurre, la castigan con su propia agresión física o amenaza al niño. Los padres que desaprueban la agresión y que la detienen, pero con medios diferentes al castigo físico, tienen menos probabilidad de fomentar acciones agresivas posteriores.
Es decir una atmósfera tolerante en la que el niño sabe que la agresión es una estrategia poco apropiada para salirse con la suya, en la que ese le reprime con mano firme pero suave y es capas de establecer imites que no se puede en absoluto traspasar, proporción el mejor antídoto a largo plazo para un estilo agresivo de vida. Enseñarle al niño medios alternativos acabara también con la necesidad de recurrir a peleas.
La inconsistencia en el comportamiento de los padres no solo puede darse a nivel de comportamientos e instrucciones, sino también a nivel del mismo comportamiento. En este sentido puede ocurrir, que respecto del comportamiento agresivo del niño, los padres unas veces los castiguen por pegar a otro y otras veces le ignoren, por lo que no le dan pautas consistentes. Incluso a veces pude ocurrir que los padres entre si no sean consistentes, lo que ocurre cuando el padre regaña al niño pero no lo hace la madre.
De este modo, el niño experimenta una sensación de incoherencia acerca de lo que debe hacer y de lo que no debe hacer. Se ofrece incoherencia al niño, también cuando se le entrena en un proceso de discriminación en el sentido de que los padres castiguen consistentemente la agresión dirigida hacia ellos pero a la ves refuercen positivamente la conducta agresiva de sus hijos hacia personas ajenas a su hogar.
Las relaciones deterioradas entre los propios padres provocan tensiones que pueden inducir al niño a comportase agresivamente.
Otro factor reside en las restricciones inmediatas que los padres imponen a su hijo. Restricciones no razonables y excesivos "haz y no hagas" provocan una atmósfera opresiva que induce al niño a comportarse agresivamente. Por ultimo, en el ámbito familiar, puede fomentarse la agresividad con expresiones que la fomenten. Estas son expresiones del tipo "pero ¿pero no puede ser mas hombre?".
El ambiente mas amplio en que el niño vive también puede actuar como un poderoso reforzador de la conducta agresiva. El niño puede residir en un barrio donde la agresividad es vista como un atributo muy preciado. En tal ambiente el niño es apreciado cuando se le conoce como un luchador conocido y muy afortunado. Los agresores afortunados son modelos a quienes imitaran los compañeros.
Además de los factores socioculturales también influyen factores orgánicos en el comportamiento agresivo. En este sentido factores hormonales y mecanismos cerebrales influyen en la conducta agresiva. Estos mecanismos son activados y producen los cambios corporales cuando el individuo experimenta emociones como rabia, excitación miedo. Por tanto, factores físicos tales como una lesión cerebral o una disfunción también pueden provocar comportamientos agresivos.
También estados de mala nutrición o problemas de salud específicos pueden originar en el niño una menor tolerancia a la frustración por no conseguir pequeñas metas, y por tanto pueden incrementarse las conductas agresivas.
Otro factor del comportamiento agresivo es el déficit de habilidades necesarias para afrontar situaciones frustrantes. Bandura (1973) indico que la ausencia de estrategias verbales para afrontar el estrés a menudo conduce a la agresión. Hay datos experimentales que muestran que las mediaciones cognitivas insuficientes pueden conducir a la agresión. Camp (1977) encontró que los chicos agresivos mostraban deficiencias en el empleo de de habilidades lingüísticas para controlar su conducta; responden impulsivamente en lugar de responder tras la reflexión.
No solo el déficit en habilidades de mediación verbal se relaciona con la emisión de comportamientos agresivos. Es responsable también el déficit en habilidades sociales (HHSS) para resolver conflictos. Las HHSS se aprenden a lo largo de las relaciones que se establecen entre niños y adultos u otros niños. Se adquieren gracias a las experiencias de aprendizaje. Por lo que es necesario mezclarse con niños de la misma edad para aprender sobre la agresión, el desarrollo de la sociabilidad, etc.
V. TRATAMIENTO DEL COMPORTAMIENTO AGRESIVO
Tratar la conducta agresiva no implica simplemente su reducción o eliminación, sino que también es necesario fortalecer comportamientos alternativos a la agresión. Por lo tanto hablar de cómo tratar la agresión, resulta imprescindible hablar también de cómo incrementar comportamientos alternativos. Son varios los procedimientos con que se cuenta para ambos objetivos, entre ellos tenemos a:
5.1 Procedimientos para controlar antecedentes
Los antecedentes se refieren a factores de la situación inmediata que se produce antes de que el niño emita la conducta agresiva. Controlamos los antecedentes manipulando los estímulos ambientales que elicitan la conducta agresiva, así como aquellos que elicitan conductas alternativas. Algunas formas de manipulación de antecedentes son las siguientes:
5.1.1 Reducción de estímulos discriminativos
Se puede controlar los antecedentes eliminando la presencia de estímulos discriminativos. Por ejemplo en casa, no dejando por mucho tiempo solos a dos hermanos cuando suele ocurrir que uno de ellos suele agredir al otro.
5.1.2 Modelamiento de comportamiento no agresivo
Se puede facilitar la emisión de comportamientos alternativos a la agresión exponiendo al niño a modelos que tengan prestigio para el, manifestando conductas alternativas a la agresión. Y no solo mostrando esas conductas alternativas sino mostrando también como dicho comportamiento es recompensado.
5.1.3 Reducir la expocision a modelos agresivos
Un procedimiento útil para reducir la frecuencia de emisiones agresivas consiste en que, especialmente, los padres y maestros no modelen este tipo de comportamiento. Así pues cunado intentamos regañar al niño por algo que ha hecho, intentaremos no modelar conductas agresivas.
5.1.4 Reducción se estimulación aversiva
Puesto que el comportamiento agresivo puede ser instigado por la presencia de diversos estímulos aversivos como conflictos, expresiones humillantes o carencia de cuidados necesarios durante la infancia, un modo de reducir el comportamiento agresivo consiste en reducir la presencia de este tipo de estimulación.
5.2 Procedimientos para controlar las consecuencias
Las consecuencias se refieren a lo que ocurre inmediatamente después de que el niño emita la conducta agresiva.
Para eliminar el comportamiento agresivo controlando las consecuencias que le siguen contamos con una serie de procedimientos que podríamos agrupar en: a) procedimientos de extinción; b) procedimiento de castigo, y c) procedimiento de conductas alternativas.
Los dos primeros tienen como objetivo reducir el comportamiento agresivo. El último tiene como objetivo incrementar comportamientos alternativos a la agresión. Los procedimientos de castigo pueden ser positivos o negativos.
Hablamos de castigo negativo cuando el individuo deja de estar en contacto con un evento positivo, tras haber emitido la conducta inadaptada. Puede tratarse del procedimiento de "Costo de respuesta" o del procedimiento de "Tiempo Fuera". Hablamos de castigo positivo cuando aplicamos una consecuencia aversiva tras emitir la conducta agresiva. Son muchas las formas que puede tomar dicha consecuencia. Por ejemplo, puede tratarse de un azote o cualquier otro estimulo físico, o de una reprimenda o un grito, o de un gesto de desaprobación, etc.
Para eliminar el comportamiento agresivo controlando las consecuencias que le siguen se cuenta con los siguientes procedimientos:
5.2.1 Extinción
Se basa en la idea de que una conducta que se mantiene gracias a las recompensas que recibe, puede desaprenderse si deja de ser recompensada. Es decir, si una conducta dada ya no produce los efectos esperados, su influencia tiende a disminuir. Si el niño emite una conducta agresiva y no sucede nada, se dará cuenta de ello y abandonara ese modo de comportarse. Por tanto el procedimiento de extinción consiste simplemente en suprimir los reforzadores que mantienen la conducta agresiva.
5.2.2 Procedimientos de castigo
Castigamos una conducta aplicando consecuencias aversivas o eliminando eventos positivos una vez que el niño ha agredido. En el primer caso se trata de castigo positivo. En el segundo de castigo negativo. Son procedimiento de castigo negativo el procedimiento de Tiempo Fuera y el procedimiento de Costo de Respuesta.
5.2.2.1 Tiempo Fuera
Es un procedimiento mediante el cual el niño que se comporta de modo agresivo es apartado físicamente de todas o muchas de las fuentes de reforzamiento durante un periodo de tiempo. Igual que con la extinción, el propósito es reducir la conducta agresiva. Pero se diferencia en que la extinción supone la supresión del refuerzo, mientras que en el tiempo Fuera el niño es apartado de la situación reforzante.
5.2.2.2 Costo de respuesta
Consiste en retirar algún reforzador positivo contingentemente a la emisión de la conducta agresiva. Es especialmente eficaz cuando se combina con reforzamiento de conducta apropiada. De tal modo que lo que el niño pierde por omitir la conducta inapropiada es parte de lo conseguido por emitir la conducta apropiada. Por lo general se utiliza dentro de un contexto de economía de fichas, en el que se ganan puntos por emitir la conducta adecuada. También puede consistir el Coste de respuesta en perdida de privilegios como no ver televisión o no salir a recreo.
5.2.2.3 Castigo físico
Al aplicar el castigo físico tendríamos que dar, por ejemplo, un azote una vez que el niño se ha comportado agresivamente. Concretamente en el caso del comportamiento agresivo, es al técnica menos indicada por lo contraproducente que puede llegar a ser. Y es que ocurre que el castigo físico puede tener una serie de efectos colaterales que lo contraindican. De hecho, es el método menos afectivo para cambiar la conducta del niño.
Presentamos algunas de las razones por la no se aconseja el castigo físico para este trastorno:
• En primer lugar, imagínese la contradicción que representa el padre que da un azote a su hijo para decirle que deje de pegar al hermano. ¡Esta modelando la precisamente la conducta que desea eliminar! Posiblemente el niño aprenda que el ataque físico es un medio legitimo de conseguir lo que se quiere y de controlar a los otros igual que lo hace su padre.
• Los métodos físicos de castigo suelen conducir a la hostilidad a muchos de los niños a quienes se les aplica.
• Si son los padres quienes aplican castigo físico constantemente puede ocurrir que estén enseñando al niño a que les tema y le desagraden, ya que cualquier estimulo asociado con el castigo tiende a convertirse en algo desagradable.
• El castigo puede suprimir momentáneamente la conducta agresiva, pero los efectos a largo plazo son menos atractivos. Se ha demostrado que los delincuentes han sido normalmente victimas de más ataques de adultos que los no delincuentes.
En definitiva, no es aconsejable la aplicación sistemática de castigo porque sus efectos son generalmente negativos; se imita la agresividad, aumenta la ansiedad del niño, y se incrementan las conductas de evitación, como minino.
4. Reprimendas
Otra forma menos contraproducente de aplicar castigo positivo es mediante estímulos verbales como reprimendas o gritos. Puesto que las reprimendas no causan daños físicos es un tipo castigo menos censurable que el castigo físico. Si se utiliza sistemáticamente puede resultar una técnica eficaz para reducir la conducta agresiva. Las reprimendas pueden consistir en un simple ¡No!. Para que resulte eficaz:
a. Debe darse cada vez que se emita la conducta agresiva.
b. La persona que suministra la reprimenda debe estar cerca físicamente del niño, y especificarle claramente cual es la conducta por la que se le reprende.
c. Debe mirar al niño a los ojos, emplear una voz firme y sujetarle firmemente mientras le reprende.
d. Debe ser seguida de elogios por comportarse adecuadamente después de la reprimenda.
4. Sobrecorrección
Esta técnica tiene como fin corregir las consecuencias de la conducta agresiva y facilitar que el agresor asuma al responsabilidad de tal conducta, Resulta útil en los casos en que ni la extinción, ni el costo de respuestas, ni el tiempo fuera, ni el reforzamiento de conductas incompatibles ha tenido afecto, La sobrecorrecion puede aplicarse en forma de sobrecorreccion restitutiva o en forma de practica positiva o en ambas juntas. Normalmente antes de aplicar la sobrecorreccion se da una reprimenda ("No pegues"), una descripción de la conducta inadaptada ("Estas insultando a tu hermana") o la manifestación de una regla ("No insultes a la gente").
a. Sobrecorrección restitutiva: Aquí se requiere que el niño restituya el daño que ha originado y sobrecorrija o mejore el estado original de las cosas. Por ejemplo, por pegar a alguien, se le puede exigir al niño que acaricie el área lastimada durante treinta segundos y que después pida disculpas diez veces después de cada incidente. Este modo de actuar ante la conducta agresiva se conoce también como entrenamiento en el respeto a otros.
b. Práctica positiva: Consiste en la repetición de una conducta deseable. Por ejemplo, si el niño ha dado patadas a los juguetes tendrá que colocar al juguete tirado en su lugar y, además, ordenar todos los juguetes presentes aunque no los haya tirado.
3. Reforzamiento diferencial
Consiste en reforzar otras conductas emitidas por el niño excepto la que deseamos eliminar, en este caso la conducta agresiva.
Son dos las modalidades de reforzamiento diferencial que resultan útiles para el tratamiento de la conducta agresiva:
a. Reforzamiento de omisión: Se refuerza al niño cuando lleva un tiempo sin emitir la conducta agresiva.
b. Reforzamiento de conductas alternativas o incompatibles: Se refuerza al niño por emitir precisamente una conducta incompatible con la agresión. Incompatible quiere decir que no puede darse al mismo tiempo que la conducta agresiva. Una conducta incompatible a la agresión ante una situación conflictiva seria una conducta de cooperación, o asertiva, o cualquier otro tipo de interacción no agresiva.
Ambos procedimientos permiten superar algunas de las consecuencias negativas que podría tener el uso de la extinción. Puesto que con la extinción el niño deja de recibir la atención que hasta entonces recibía por la conducta agresiva, al aplicar el reforzamiento diferencial continuamos atendiendo al niño, solo que ahora lo hacemos por comportarse adecuadamente.
Además si combatimos el reforzamiento de conductas incompatibles con algunas de las técnicas anteriormente vistas, no solo el indicamos al niño lo que esta mal, sino que también el decimos que es lo que debe hacer, al tiempo que nos encargamos de incrementar la probabilidad de ocurrencia de la conducta adecuada.
VI. PREVENCIÓN DE COMPORTAMIENTOS AGRESIVOS EN LOS NIÑOS
Para prevenir el comportamiento agresivo la mejor estrategia consiste en disponer el ambiente de modo que el niño no aprenda a comportarse agresivamente, y por el contrario, si lo dispongamos de modo que le resulte asequible el aprendizaje de conductas alternativas a la agresión. Usted puede disponer el ambiente modelando, instruyendo y reforzando conductas adaptativas al tiempo que no refuerza las conductas agresivas.
Siempre que se encuentre ante una situación conflictiva ya sea ante su pareja o con su propio hijo o con cualquier otra persona, modele la calma por medio de la expresión facial, la postura, los gestos, lo que dice y el tono, la velocidad y el volumen con que dice las cosas. Modele también comportamientos asertivos para defender sus propios derechos.
En ningún caso y bajo ningún pretexto, deje que desde pequeño el niño consiga lo que desea cuando patalea, grita o empuja a alguien. Espere a dárselo cuando lo pida de forma calmada. Si aun el niño no ha tenido la oportunidad de aprender como se pide calmadamente las cosas, déle instrucciones acerca de cómo debe hacerlo, y refuércele con una sonrisa, o un "así me gusta". Refuerce siempre cualquier intento que el niño, aunque muy pequeño, muestre de comportarse adaptativamente en situaciones conflictivas.
VII. INVESTIGACIONES
7.1 Investigaciones a Nivel Nacional
Espinosa (1996) investigo la relación entre conducta agresiva y ambiente familiar en niños de educación primaria, constatando que la presencia de un ambiente familiar adverso (problemas de pareja, familia extensa, maltrato infantil, indigencia) esta asociada a conductas agresivas en los niños, y que a mayores problemas familiares se correlaciona con una mayor dificultad infantil.
Castro (1996) investigo acerca de las características familiares y psicosociales que influyen en la conducta agresiva de los niños preescolares del cono norte de Lima, hizo un estudio descriptivo analítico de corte transversal de treinta niños entre 3 y 6 años de edad con sus respectivos parientes (82 adultos), los instrumentos que empleo fueron: ficha de recolección de datos de la familia, un cuestionario de agresividad para niños (preferencias televisivas) y otra para adultos de Buss Durkee, los resultados a los que llego le permitieron establecer que existe relación entre los modelos de la conducta; padres familiares , la televisión y la conducta del niño. Por lo tanto concluyo que le puntaje de agresividad del niño tiene que ver con una mala relación con sus familiares (agresiva-autoritaria) encontró además una relación estadísticamente significativa (p<0,01) entre la agresividad del niño sus preferencias por programas infantiles de televisión (programas infantiles agresivos), además hallo que en las familias conformadas por mas de 5 miembros presentaba un agresividad alta.
7.2 Investigaciones a Nivel Internacional
Frías, Ríos, Martínez y Palacios (1992) investigaron la relación entre el aprovechamiento escolar y la conducta agresiva, a cien niños de 1er grado de primaria, hallando una correlación negativa entre ambos, así a mayor nivel de agresión existía menor aprovechamiento escolar.
Henenkohl, Egolf y Henenkohl (1997) evaluaron antecedentes preescolares para la conducta antisocial adolescente en un seguimiento de 16 años a 457 niños preescolares con y sin maltrato. Los sujetos fueron detectados entre los 18 meses y 6 años de edad en una evaluación preescolar (referida ala dinámica familiar y a la estrategia de afronte en familias abusadoras y no abusadoras) evidenciándose que la disciplina física severa, una negativa calida en la interacciones madre-hijo, y la experiencia de abuso sexual, están relacionados con una mayor conducta antisocial adolescente en niños que provienen de familias abusadoras comparado con niños que provienen de famillas no abusadoras.

DEFICIT DE ATENCIÓN

¿QUÉ ES EL DEFICIT DE ATENCIÓN?


Actualmente está muy en boga el término DEFICIT DE ATENCIÓN y las siglas DDA, ADHD. Pero ¿qué es realmente el Déficit de Atención? :

Es un Síndrome neurobiológico, que afecta al individuo, el cual tiene como característica típica: Falta de atención crónica. Éste es producido por la insuficiencia de Dopamina que es un neurotransmisor del cerebro.
En otras palabras déficit de Atención es una disfunción del cerebro, es decir, el cerebro está en buenas condiciones pero existe un área, del mismo, que se encuentra afectada. Esto, sin embargo, no priva a un adecuado desarrollo del mismo, siempre y cuando exista un medio ambiente y una estimulación adecuada. La inteligencia de las personas que sufren de déficit de atención está intacta, ósea, que esta deficiencia no influirá en una mejor o peor coeficiente intelectual, este dependerá, nuevamente de la estimulación y del medio ambiente que rodea a estas personas durante su crecimiento.
Los rasgos comunes que se encuentran en estos individuos que sufren de DDA son: Inatentos, impulsivos y pueden o no ser hiperactivos.
Observe la siguiente lista que los caracterizan, entre otras, por:
] No siguen las instrucciones
] Se distraen fácilmente con otros estímulos
] Olvidan hacer sus deberes
] Pierden y olvidan los objetos necesarios
] Son desordenados en la distribución de su tiempo
] Desean terminar rápido.
] A veces, pareciera que no escuchan lo que se les dice.
] Pierde los útiles escolares con frecuencia.
] Malos hábitos en los cuadernos
] No prestan atención a los detalles.
] Hablan mucho
] Interrumpen constantemente la clase y las conversaciones.
] Su rendimiento es inconsistente.
] Les cuesta esperar su turno en juegos o en conversaciones con otros.
] Generalmente, dejan todo para el último momento.
] Cambios de humor bruscos
] Dificultad para comenzar, continuar y terminar la actividad.
] Errores en las tareas y los exámenes.
] No se pueden quedar quietos por largos períodos de tiempo ejecutando la misma actividad.

Por todas estas características se les clasifica con nombres inadecuados como flojos, inquietos…. Y no se les busca una solución que los ayude a superar esta deficiencia, ya que con asistencia se ataca el problema y se instruye al individuo, de manera que se autocontrole y pueda centrar su atención en la actividad que esté ejecutando.

Un niño con DDA presenta dificultad para organizar su pensamiento, por lo que tiene problemas para representar lo que tienen en la mente, se le dificulta el procesamiento de la información, almacena la información de manera diferente, les cuesta ubicar la idea principal, no puede accesar y procesar información a altas velocidades.

Para corregir estas deficiencias se deben aplicar técnicas de modificación de pensamiento, aplicadas por un especialista y de conductas del niño. Las personas que se encuentran en el medio ambiente cotidiano de un niño con DDA también deberán hacer modificaciones de conductas Es importante aplicar reforzadores inmediatos y que le agraden al niño explicándole el por qué se le ha reforzado. Estas técnicas se deberán aplicar con constancia y continuidad durante el tiempo de duración de las mismas. Las personas que le rodeen deberán ser modelos intachables frente al niño, ya que este copia constantemente lo que ve en las otras personas. En cuanto a la aplicación de castigos, estos deberán ser proporcionales a lo que haya hecho, notificándosele porque se le ha castigado. Nunca se debe prometer un castigo que luego no se pueda cumplir, como por ejemplo: “si no recoges todas tus cosas no comerás en una semana” y siempre se deberá cumplir con todo lo que se le promete, ya sean premios o castigos.
La convivencia con un niño con DDA genera mucho estrés, debido a que ha y que estar constantemente pendiente de él en todo lugar y en todo momento, por eso es importante que cada miembro de la familia posea un tiempo para dedicarle a su espacio físico y emocional. Las tomas de decisiones las debe hacer la(s) persona(s) que lleve más jerarquía dentro del hogar y que sea el mismo que indique las normas y reglas que todos han de seguir. Deben existir rutinas hogareñas como a x hora todos se sientan a comer o que a las 8 de la noche los niños se van a dormir, etc. Deberá existir mucha respeto y comunicación en el medio ambiente familiar.
En cuanto al medio escolar, el niño con DDA puede funcionar adecuadamente, si embargo a veces se le tilda como flojo, retraído, desinteresado, etc. y debido a su desatención pierde los contenidos académicos Por eso necesita estar en un aula con un pequeño grupo de niños, donde exista una comunicación constante entre la familia, escuela y especialista. El docente deberá ser un excelente observador y colaborador, prestando atención a los avances del niño, aplicando reforzadores constantemente en el momento adecuado y manteniendo informados en cuanto a tareas, exámenes, eventos, etc. a los representantes del niño.
Para controlar su desatención se les aplica un medicamento, que en Venezuela se llama RITALIN, el cual es recetado por un médico especialista, que contribuirá a un mejor rendimiento cognitivo, académico y social del niño, ya que aumenta el tiempo de atención, disminuye la distracción, mejora la impulsividad, mejora la memoria, mejora las estrategias para planificar y aumenta la motivación académicas, entre otros.
Es importante que se haga un diagnóstico a tiempo, ya que, en sentido figurado, “a más rápido se atienda la herida más rápida será su curación”, este diagnóstico deberá ser hecho por un psiquiatra especialista en la materia y será este quien indique la dosis que deberá ser ingerida por el paciente.

TIPS QUE AYUDAN A UN NIÑO CON DDA

] Brindarle una sola instrucción y cuando haya terminado indicarle la siguiente.
] Enseñarle a aplicarse auto instrucciones como cálmate”, “respira”…
] Enseñarle a determinar la consecuencia de las causas.
] Enseñarle a planificar su tiempo
] Establecer rutinas para guardar objetos
] Usar colores y organizadores en la planificación de sus actividades diarias, semanales y mensuales.
] Aumentarle su autoestima constantemente.
] Horarios y actividades muy estructurados
] Sentar al niño cerca de la mesa del maestro
] Las instrucciones deben ser específicas
] Establecer rutinas para que adquiera los hábitos de higiene y aseo personal
] Hacerle recetarios con las actividades académicas, tareas, actividades extra-cátedra, de cada día y que el niño valla tachando cada actividad cumplida.
] Se le debe brindar todo el tiempo que le sea necesario para que pueda hacer un análisis de la situación para poder sacar conclusiones


Escrito por:
Claudia Vethencourt, Psicopedagoga.
claverax@cantv.net

BIENVENIDOS

ESTE SITIO ESTA CREADO CON EL FIN DE TENER UN ESPACIO DONDE PUEDAN ENCONTRAR INFORMACIÓN SOBRE LAS DISTINTAS PROBLEMÁTICAS QUE PERSISTEN HOY EN LA ACTUALIDAD EN LOS NIÑOS DE EDAD PREESCOLAR COMO LO SON:
- DEFICIT DE ATENCIÓN
- DEFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD
- PROBLEMAS DE AGRESIVIDAD INFANTIL (MALTRATO PSICOLÓGICO)
- ABUSO SEXUAL
- MALTRATO FAMILIAR

ESTO ESTA PENSADO A MANERA DE IR CRECIENDO Y ASI AYUDAR A DISTINTAS PERSONAS QUE LO ESTAN VIVIENDO CON SUS HIJOS Y EN SU HOGAR.

ES POR ESTO QUE TAMBIEN PODRAN ENCONTRAR CENTROS DE AYUDA A DONDE SE PUEDAN COMUNICAR.